Sumergirnos en la trastienda de los sentidos.
Modelarnos, comprobar nuestras durezas.
Fabricar un exquisisto cóctel con nuestras babas.
Añadir más tarde el resto de los jugos.
Explorar las profundidades cual aventureros del éxtasis.
Perdernos por sendas inciertas, siempre nuevas
aun conociendo a la perfección los caminos.
Extraviar las brújulas para tomar la dirección adecuada.
Juntar los mapas formando uno solo.
Disponernos a emprender una lenta pero firme
escalada libre hasta vislumbrar la cima y conseguir
tocar el cielo con las yemas de los dedos.
Oler el sudor del esfuerzo y agradecer por igual el líquido
que, tras la tormenta, nos empapa a los dos.
Elliot E.
Gimmemoregimmenow de
Giulia Ciappa (Everysockphoto)
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