El odio, el amor, las risas y la lágrimas nos ayudan a crecer
como el sol y la lluvia hacen con los árboles.
Colegio, castigos, premios, desengaños, nos moldean
actuando como particulat fotosíntesis.
Ya no tienes nada qye ver con la inocente plantita
que un día fuíste.
El viento ya no es capaz de moverte cuando
le plazca.
En otoño las ojas caerán sin remedio
para nacer de nuevo en primavera.
Más cuando esperamos, con impaciancia,
florecer de nuevo tras el invierno,
puede venir el hombre de la motosierra.
Ya viene.
No le importa hacerte daño. Es su trabajo.
Te seoara del resto de los árboles con sonido desgarrador,
entre humos.
Querrás reaccionar, pero comprobarás
que no es posible mover las raíces.
Lo que te ayudó a vivir, ahora
colabora en tu muerte.
Si eras un alto pino elegante
o un cochamboso ciprés, es lo mismo.
Será inevitable que hagn de tí leña.
Y la harán. Seguro que la harán.
Elliot E.
No hay comentarios:
Publicar un comentario